Vampiros: Desmitificación

Vampiros: Desmitificación.

Debemos separar la verdad de la ficción, para ello, les daré una breve descripción de lo que he aprendido e interpretado de los manuscritos y los testimonios obtenidos por una fuente que por el momento mantendré en secreto. Los vampiros no son seres mitológicos, son seres carnales, con una apariencia similar a la humana, son criaturas sin alma, que a pesar de ello, pueden sentir, padecer, tener y demostrar algunos sentimientos. Están hechos de carne y sangre muerta, por lo que deben alimentarse de la carne y la sangre viva.

Los vampiros viven en una constante descomposición, al igual que un cadáver, todos sus sistemas aún continúan funcionando y al alimentarse de sangre, nutren nuevamente sus cuerpos y se hacen más fuertes.

Son capaces de regenerarse rápidamente si son heridos con armas comunes, pero su poder de regeneración se ve mitigado por lo que llamaremos armas especiales. Una vez heridos pueden alimentarse de sangre o carne viva para regenerarse espontáneamente.

Un vampiro debe alimentarse por lo menos con un litro de sangre cada 24 horas, esto le permitirá mantener su estado normal y regenerar su cuerpo de la constante descomposición.

Son sensibles a la luz directa del sol, pues acelera su descomposición velozmente, sin embargo pueden exponerse con ropas gruesas y sombreros, minimizando el efecto, algo de protector solar también les ayuda a mitigar los efectos de la luz solar. 

Largos períodos de exposición a la luz del sol en un vampiro sano, puede llevarle a crear yagas, quemaduras de tercer grado, un vampiro que no se alimente bien y sea expuesto a la luz solar puede llegar a reaccionar con una combustión espontánea, esto es debido a la descomposición  acelerada de su organismo. Estando bajo el sol los hace un tanto más vulnerables y pueden ser destruidos con mayor facilidad.

En general un vampiro puede ser herido hasta la muerte, es una tarea ardua para cualquier mortal, una persona entrenada podría ser capaz de hacerlo, con mucho esfuerzo y suerte. Los puntos débiles de un vampiro son su corazón y su cerebro. Deben ser destruidos ambos para que el vampiro deje de existir.

Los vampiros son seres patriarcales, su estatus social se rige por la antigüedad y las generaciones que procrea cada vampiro. Llevan su sociedad como una pirámide, donde cada clan tiene un patriarca, que a su vez fue procreado por alguien más elevado hasta llegar al origen de los vampiros.

Mientras más antiguo un vampiro más fuerte, más poderoso y más sabio. Hay vampiros que conviven con los seres humanos, cuya filosofía es convivir y dejar vivir. Otros viven alejados de la sociedad, en sitios remotos donde montan sus cotos de caza y cualquier humano desventurado que se acerque a sus dominios puede ser presa de estos cazadores. Pero en general los vampiros que siguen la antigua orden, radican en ciudades sobrepobladas, con altos índices de crimen, mortandad y corrupción, donde la desaparición o muerte de alguien no levantaría sospecha. 

Motivo por el que actualmente Venezuela se ha convertido en un nicho para los vampiros.